martes, mayo 25, 2010


Diga lo que diga el silencio,
aún quiero conocer,
lo que veinticinco años traerán,
a sus ojos que son cristal y miedo y ocre fulgor.

El presente es aún niña infame,
sombra en resplandor de lo que podría ser,
de lo que no será más que en plenilunio,
donde la muerte en verbena baila con un alegre crisantemo,
donde el olvido avanza y avanza y canta.

Adiós, adiós, grita Robinson,
Adiós, adiós,
contesta el abedul de sangrante sinrazón,
mientras la sangre corre,
mientras la sangre llora.

El silencio calla,
y en sombra, sangre y abedul,
yo aún quiero conocer,
un futuro de ojos inquietos.

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