lunes, septiembre 13, 2004

Sueños de luna nueva y cereza come flor,
la noche se extiende en yerbas de estío,
en sangre inflamada de venas carnosas de limo negro,
canto, salto, esgrimo una barca,
barca de muerte y luz que cae en la zona del cielo llamada aurora calma,
déjenme ahora en el fango y el paraíso,
mientras salgo con tridentes fatuos,
de la llama nostra que se enciende en los ojos del destino.