martes, mayo 25, 2010
Diga lo que diga el silencio,
aún quiero conocer,
lo que veinticinco años traerán,
a sus ojos que son cristal y miedo y ocre fulgor.
El presente es aún niña infame,
sombra en resplandor de lo que podría ser,
de lo que no será más que en plenilunio,
donde la muerte en verbena baila con un alegre crisantemo,
donde el olvido avanza y avanza y canta.
Adiós, adiós, grita Robinson,
Adiós, adiós,
contesta el abedul de sangrante sinrazón,
mientras la sangre corre,
mientras la sangre llora.
El silencio calla,
y en sombra, sangre y abedul,
yo aún quiero conocer,
un futuro de ojos inquietos.
lunes, junio 08, 2009
lunes, octubre 08, 2007
Cayendo en espirales multiluz entre silentes gritos
¿Qué queda del hombre cuando no existe nada?
Fuego y sangre y la noche donde nadie nos mira.
Tus ojos y mis ojos escurriendo entre las cenizas.
Cantan y bailan y rugen las estrellas que nos han maldecido,
No hay cielos en las tumbas de los vientos de mayo,
Sadame,
El olvido eterno de aquél a quien nadie escucha.
Si pudiera pedir un deseo…
Salvación y el final de la caída,
Un colapso eterno entre cuervos y dioses perdidos,
Un sueño sin luna donde canta el hada ya no nacida.
¿Qué queda del hombre cuando no existe nada?
Fuego y sangre y la noche donde nadie nos mira.
Tus ojos y mis ojos escurriendo entre las cenizas.
Cantan y bailan y rugen las estrellas que nos han maldecido,
No hay cielos en las tumbas de los vientos de mayo,
Sadame,
El olvido eterno de aquél a quien nadie escucha.
Si pudiera pedir un deseo…
Salvación y el final de la caída,
Un colapso eterno entre cuervos y dioses perdidos,
Un sueño sin luna donde canta el hada ya no nacida.
miércoles, marzo 28, 2007
La esperanza de Pandora
Dorada muerte de reverberante estrella,
¿Cuándo llegarás al fin entre susurros?
Todo nada es este sello multicolor,
Que gira y gime y rueda y me lleva al vacío en espiral,
Me conduce al polvo en tinieblas inertes y títeres sin cabeza.
Los ojos navegantes naufragan en el olvido de un sueño en pechos.
Oscuro silencio que canta y baila y ríe junto a mi alma,
¿Dónde está la sagrada arma que me permita cortar el velo eterno?
El destino lapida me abraza,
Pero no soy su hijo,
¿Flama ardiente porque lloras en el ocaso del cielo?
Sólo un hechizo queda junto a la esperanza de Pandora,
Los que no temen al olvido y conocen la palabra del viento,
Los que viajan en los mares tormentosos donde sólo existen bestias,
¿Podrán acaso invocarlo en esta noche que es fin y mentira y blanca sangre?
¿Cuándo llegarás al fin entre susurros?
Todo nada es este sello multicolor,
Que gira y gime y rueda y me lleva al vacío en espiral,
Me conduce al polvo en tinieblas inertes y títeres sin cabeza.
Los ojos navegantes naufragan en el olvido de un sueño en pechos.
Oscuro silencio que canta y baila y ríe junto a mi alma,
¿Dónde está la sagrada arma que me permita cortar el velo eterno?
El destino lapida me abraza,
Pero no soy su hijo,
¿Flama ardiente porque lloras en el ocaso del cielo?
Sólo un hechizo queda junto a la esperanza de Pandora,
Los que no temen al olvido y conocen la palabra del viento,
Los que viajan en los mares tormentosos donde sólo existen bestias,
¿Podrán acaso invocarlo en esta noche que es fin y mentira y blanca sangre?
lunes, enero 29, 2007
Pesadilla informe que reverbera y cruje,
Que no se extingue y no calla y sólo mata,
a los sueños esperanza noche verde,
a los ojos de la quintaesencia de luna nueva.
¡Que venga la manlia imperia!
¡Que el viento de las tormentas renazca en este plenilunio!
Vida y sueño,
ojos y fuego,
todo es nada cuando sólo queda usar la sagrada espada.
Los caminos se borran entre estrellas nenúfar de dioses olvidados,
los senderos se hunden en las sombras que devoran y aúllan,
a lo lejos y en la pequeña cabaña de un hombre en llanto,
sólo las leyendas de héroes alma pueden cambiar a un mundo en crepúsculo.
Que no se extingue y no calla y sólo mata,
a los sueños esperanza noche verde,
a los ojos de la quintaesencia de luna nueva.
¡Que venga la manlia imperia!
¡Que el viento de las tormentas renazca en este plenilunio!
Vida y sueño,
ojos y fuego,
todo es nada cuando sólo queda usar la sagrada espada.
Los caminos se borran entre estrellas nenúfar de dioses olvidados,
los senderos se hunden en las sombras que devoran y aúllan,
a lo lejos y en la pequeña cabaña de un hombre en llanto,
sólo las leyendas de héroes alma pueden cambiar a un mundo en crepúsculo.
jueves, enero 18, 2007
El crepúsculo
El crepúsculo alumbra los valles de nim-am-karamod
donde los ángeles viajan con las estrellas de sombra funesta,
Eloísa espera allí,
al profeta del mar eterno,
al soñador del viento noche de luna muerta.
Los rugidos silentes de los dragones maldecidos,
Arrullan su larga espera,
Los ejércitos de blancos huesos deslavados,
Son espuma y fuego y odio helado,
Son destrucción y vida y una batalla clamor sin sentido.
El domador de tormentas se acerca,
Galadon Peradil su nombre,
General de los batallones marchitos
Hojas de abedul sus ojos sangre,
en la tierra del crepúsculo y amanecer perlado en savia,
Ha de enfrentar a Eloísa.
La danza comienza entre aullidos y oraciones en trueno,
Los rojos tintes del crepúsculo bélico se tiñen de clavel,
Dragones y céfiro,
Magos y bárbaros y héroes ignorados,
Aquí y allá,
Sólo existen el viento y el fuego.
Las llamas se desvanecen,
Las almas se extinguen en lágrimas cristal montaña,
reflejos sagrados oscurecidos por acero de olvidos y nieblas,
El final y zozobra parca de los corazones de la marca.
Eloísa y Galadon,
amantes, adversarios, fantasmas olvidados mucho tiempo ha.
donde los ángeles viajan con las estrellas de sombra funesta,
Eloísa espera allí,
al profeta del mar eterno,
al soñador del viento noche de luna muerta.
Los rugidos silentes de los dragones maldecidos,
Arrullan su larga espera,
Los ejércitos de blancos huesos deslavados,
Son espuma y fuego y odio helado,
Son destrucción y vida y una batalla clamor sin sentido.
El domador de tormentas se acerca,
Galadon Peradil su nombre,
General de los batallones marchitos
Hojas de abedul sus ojos sangre,
en la tierra del crepúsculo y amanecer perlado en savia,
Ha de enfrentar a Eloísa.
La danza comienza entre aullidos y oraciones en trueno,
Los rojos tintes del crepúsculo bélico se tiñen de clavel,
Dragones y céfiro,
Magos y bárbaros y héroes ignorados,
Aquí y allá,
Sólo existen el viento y el fuego.
Las llamas se desvanecen,
Las almas se extinguen en lágrimas cristal montaña,
reflejos sagrados oscurecidos por acero de olvidos y nieblas,
El final y zozobra parca de los corazones de la marca.
Eloísa y Galadon,
amantes, adversarios, fantasmas olvidados mucho tiempo ha.
viernes, diciembre 15, 2006
La Li Lu Le Lo
La Li Lu Le Lo,
Las campanas de fuego alumbran el vuelo de los dragones del mar,
ojos esmeralda y espuma dorada en cielos contraste,
el hielo que nace de las playas olvidadas,
olas silentes del océano de cristal oxidado.
Entre nubes encendidas y estrellas fanáticas,
vuelan los dragones del cielo,
surcan la niebla del tiempo heredado,
hacía el olvido y la gloría y las tumbas eternas.
Los dragones de la Tierra caminan en pantanos multicolores,
Patas de enebro y ojos trébol plateado,
Fuerza incógnita de valles tortuosos y dormidos en la mirada,
Donde los sueños del crepúsculo arrullan a los nuevos nacidos.
Las campanas de fuego alumbran el vuelo de los dragones del mar,
ojos esmeralda y espuma dorada en cielos contraste,
el hielo que nace de las playas olvidadas,
olas silentes del océano de cristal oxidado.
Entre nubes encendidas y estrellas fanáticas,
vuelan los dragones del cielo,
surcan la niebla del tiempo heredado,
hacía el olvido y la gloría y las tumbas eternas.
Los dragones de la Tierra caminan en pantanos multicolores,
Patas de enebro y ojos trébol plateado,
Fuerza incógnita de valles tortuosos y dormidos en la mirada,
Donde los sueños del crepúsculo arrullan a los nuevos nacidos.
miércoles, septiembre 13, 2006
La sangre del navegante,
que viaja entre luces nova terra muerta,
entre esperanzas fatuas y fuego de mil lágrimas,
nunca se detiene, nunca nunca nunca.
Muera el olvido y la mar y los sueños en par,
cercenen la cabeza de gladiadores grandilocuentes;
odio y soledad en esferas de cristal,
ya no queda luna ni acero ni honor.
Te busqué y lloré lágrimas vaciadas de sentido,
y no importa a donde vaya y no importa adonde miré
ya no queda nada
más que la senda olvidada.
que viaja entre luces nova terra muerta,
entre esperanzas fatuas y fuego de mil lágrimas,
nunca se detiene, nunca nunca nunca.
Muera el olvido y la mar y los sueños en par,
cercenen la cabeza de gladiadores grandilocuentes;
odio y soledad en esferas de cristal,
ya no queda luna ni acero ni honor.
Te busqué y lloré lágrimas vaciadas de sentido,
y no importa a donde vaya y no importa adonde miré
ya no queda nada
más que la senda olvidada.
martes, abril 25, 2006
Los diez corazones de la marca,
Se pierden en el polvo silente,
el cristal y el oro refulgen en sus ojos,
mientras caen en la eterna espiral del olvido en luna.
¿Dónde están los sueños adolescentes?
¿Dónde el bosque en el que juré amor eterno?
La conciencia de fuego brilla en la noche en lluvia plenilunio.
De la espada del Cid y el escudo de Perseo héroe ,
del nenúfar hado destino sin sentido ocaso
y de la magra experiencia que es no ser Leonidas monarca,
surge un lamento de llamas y hielo pérfido,
surge el sentido pardo de haberme alejado en contienda contra molino bajo.
Arturo cae,
El vengador de Roldán cae;
junto a Robin, su rey de león corazón y el astuto Odiseo,
Se pierden en la mar cristal de un sueño.
El viento gira y húmedo embelesa,
Cuando el hijo de dioses, domador de titanes,
Se pierde en la divina esencia de lo que ya no es,
A la distancia Héctor, domador de tormentas,
Atraviesa el espejo que esconde una lagrima.
Ya no son,
Ya no serán,
En este mundo vacío,
De tiranos y cobardes y necios,
los diez corazones de la marca,
se pierden en el polvo silente.
Se pierden en el polvo silente,
el cristal y el oro refulgen en sus ojos,
mientras caen en la eterna espiral del olvido en luna.
¿Dónde están los sueños adolescentes?
¿Dónde el bosque en el que juré amor eterno?
La conciencia de fuego brilla en la noche en lluvia plenilunio.
De la espada del Cid y el escudo de Perseo héroe ,
del nenúfar hado destino sin sentido ocaso
y de la magra experiencia que es no ser Leonidas monarca,
surge un lamento de llamas y hielo pérfido,
surge el sentido pardo de haberme alejado en contienda contra molino bajo.
Arturo cae,
El vengador de Roldán cae;
junto a Robin, su rey de león corazón y el astuto Odiseo,
Se pierden en la mar cristal de un sueño.
El viento gira y húmedo embelesa,
Cuando el hijo de dioses, domador de titanes,
Se pierde en la divina esencia de lo que ya no es,
A la distancia Héctor, domador de tormentas,
Atraviesa el espejo que esconde una lagrima.
Ya no son,
Ya no serán,
En este mundo vacío,
De tiranos y cobardes y necios,
los diez corazones de la marca,
se pierden en el polvo silente.
viernes, abril 21, 2006
LA TRAICIÓN DEL VALLE DE PLATA
Te traicioné una vez,
te enterré con tu voz y tu sonrisa,
en un valle de guirnaldas y arena y mentiras,
por temor a tus labios y a tus ojos y a tus sueños,
por temor y cobardía y necedad.
Te encontré muchas lunas ensoñadas después,
en caminos azules y plateados y mecidos por el viento,
pero ya no me mirabas,
y yo aún era un cobarde.
Te alejaste con la brisa oscura,
a caminos profundos y rodeada de falsos ídolos,
y te olvidé y me olvidaste,
te dejé caer en la mentira y en las sombras de los otros,
y ya no fuiste tú.
Una única persona cuidó mi corazón,
y yo la abandoné,
y yo no la salvé,
ahora ya no existe más, aunque está frente de mí,
nuevos enemigos seremos pues,
en el valle olvidado por la lluvia.
Te traicioné una vez,
te enterré con tu voz y tu sonrisa,
en un valle de guirnaldas y arena y mentiras,
por temor a tus labios y a tus ojos y a tus sueños,
por temor y cobardía y necedad.
Te encontré muchas lunas ensoñadas después,
en caminos azules y plateados y mecidos por el viento,
pero ya no me mirabas,
y yo aún era un cobarde.
Te alejaste con la brisa oscura,
a caminos profundos y rodeada de falsos ídolos,
y te olvidé y me olvidaste,
te dejé caer en la mentira y en las sombras de los otros,
y ya no fuiste tú.
Una única persona cuidó mi corazón,
y yo la abandoné,
y yo no la salvé,
ahora ya no existe más, aunque está frente de mí,
nuevos enemigos seremos pues,
en el valle olvidado por la lluvia.
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